Nuestro refugio es un homenaje a la memoria de un tiempo pasado, en el cual hombres y animales convivían y luchaban por la supervivencia. Al Regajo Lobos se llevaban las vacas a pastar, un prado de hierba verde, ameales para conservar el heno en invierno. Un lugar de referencia imprescindible para quienes vivieron y aún viven en el pueblo.
San Bartolo, como así lo llaman los vecinos de forma cariñosa, es uno de esos caseríos integrados en la llamada España despoblada.
Está rodeado de montañas, al fondo en lo más alto, en una dirección, Peña Negra y el Hornillo (junto a la actual estación de esquí de La Covatilla), en la otra, el Pico de Neila.
A pesar de su escasa población, ha mantenido intactas sus esencias: las casas de piedra y adobe, las fachadas de teja, la plaza Mayor con su gran álamo a modo de icono del pueblo.
Lugar ideal para los aficionados a la nieve. La estación de esquí de La Covatilla se encuentra a tan solo 8 km.
Para los que les guste pedalear pueden disfrutar de la bicicleta por el camino Natural de la Vía de la Plata, en un recorrido que sale de Béjar hasta Plasencia, la Sierra de Béjar, el valle del Jerte, la comarca de Ambroz, pasando por pueblos como Baños de Montemayor y Hervás, además de túneles iluminados, viaductos, puentes, pasarelas y otros muchos alicientes. En un total de 66 kilómetros. Al llegar a Plasencia, hay autobuses para regresar que admiten bicicletas
Por supuesto este mismo recorrido puede ser utilizado por senderistas, todos los kilómetros que sus piernas y cuerpo resistan.
A modo de ejemplo:
San Bartolomé de Béjar, La Hoya, San Bartolomé de Béjar con 10,5 kilómetros
San Bartolomé de Béjar, Becedas, San Bartolomé de Béjar con 6,5 kilómetros
San Bartolomé de Béjar, Neila de San Miguel, San Bartolomé de Béjar con 2,5 kilómetros
San Bartolomé de Béjar, La Hoya, Valdesangil, Candelario, San Bartolomé de Béjar con 28 kilómetros
Pueblos de gran interés turístico, como Candelario, a 16 kilómetros, un pueblo nombrado siempre como de los más bonitos de España con sus calles con las características puertas de madera de dos hojas y las regaderas que atraviesan todo el pueblo; Béjar, a 15 kilómetros, declarado Conjunto Histórico Artístico con su Palacio Ducal, el Convento de San Francisco, la plaza de toros de piedra considerada la más antigua de España, el entorno del Santuario del Castañar, las murallas y sus puertas; El Barco de Ávila, a 16 kilómetros, en las proximidades de la Sierra de Gredos, declarado Conjunto histórico artístico con su Plaza Mayor porticada, la catedral, el castillo, el puente románico sobre el río Tormes (con una espectacular piscina natural ideal para bañarse), la Casa de los Balcones, el Edificio de la Cárcel y claro está , no se pueden olvidar esas delicias gastronómicas en forma de judías y judiones, las patatas revolconas, los torreznos y el chuletón de Ávila; Becedas, a 3 kilómetros, villa donde Santa Teresa pasó una buena temporada en el intento de curar sus enfermedades, pues buena fama había de ello en tal caserío. También es citado por Miguel de Unamuno en uno de sus viajes por España; El Tremedal, a 16 kilómetros, siendo el Calvitero su punto culminante, situado a 2.425 metros
En estos pueblos, existe un amplio servicio de restauración, todos ellos especializados en productos de la zona: jamón de Guijuelo, judías del Barco, patatas revolconas, chuletón de Ávila, asados…
Y si tienes más tiempo y el cuerpo te lo pide, en un radio de acción de menos de 50 kilómetros, no te puedes perder: Miranda del Castañar, La Alberca, Baños de Montemayor, Hervás, Guijuelo…
Está situada en el municipio de San Bartolomé de Béjar, en la provincia de Ávila. En el casco urbano. Acceso asfaltado.
Junto a la comarcal AV -100, que va desde el Barco de Ávila a Béjar.
A 16 kilómetros del Barco de Ávila y 12 de Béjar. 77 a Salamanca y 102 a Ávila.
Dispone de parada de autobús en la carretera, junto al pueblo (CEVESA)